martes, 14 de enero de 2025

Inteligencia, Empatía y Fuerza

 


 

El conocimiento se cultiva sin miedo a desaprender, utilizando la experiencia para ponerlo a buen uso, mientras se potencian las aptitudes naturales que Dios nos regaló. Sin embargo, la inteligencia sin humildad nos ciega a lo que nos rodea. La arrogancia y soberbia nos hacen pensar que somos infalibles y mejores que los demás. Recién cuando aceptamos escuchar los distintos puntos de vista es que podemos crecer: “La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.” (Proverbios 29, 23). Se dice que es más fácil perdonar a aquel que está equivocado que perdonar a aquel que tiene la razón. La ignorancia es peligrosa, es por eso por lo que no debemos dejar de aprender. “Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.” (2 Pedro 3, 18). Si enfocamos lo anterior al desarrollo humano, sería conveniente asociarlo con la mente.

 

Por otro lado, la empatía y la compasión se asocian al corazón y son las capacidades, respectivamente, que nos permiten ponernos en el lugar del otro y tener la intención de aliviarle el dolor o sufrimiento. “Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia” (Colosenses 3,12). Pero la empatía sin responsabilidad puede ser dañina para nosotros mismos ya que la compasión no significa descuidar el bienestar propio. El capítulo 22 de Mateo y el 12 de Marcos mencionan que se debe amar al prójimo como a uno mismo, es decir, se debe tratar a los demás con la misma benevolencia que tenemos reservada para nosotros sin reemplazarnos. Poniendo un ejemplo del mundo, cuando viajamos en avión nos explican que, ante problemas en la cabina, debemos colocarnos a nosotros mismos la mascarilla para respirar antes de ayudar a otros. No podremos cumplir el plan que Dios tiene para nosotros si nos hacemos héroes o mártires porque suena bonito. El amor de Dios es para todos y si no respetamos nuestra propia existencia, con sus necesidades y debilidades, no estamos en la capacidad de ayudar a otros. Otro ejemplo se da cuando tenemos un rol o servicio que cumplir, pero decidimos priorizar el apoyo a otros roles. Ayudar solo por ayudar no es productivo. Esto no quiere decir que abracemos el egoísmo, solo significa amar al otro como nos amamos a nosotros (ni más ni menos).

 

En tercer lugar, menciono la fuerza, que se asocia a la acción evangelizadora. No obstante, la fuerza se anula si no tenemos perseverancia en el Señor. Es muy fácil mostrar fortaleza cuando las cosas son buenas, pero cuando se presentan los problemas o pruebas más exigentes es cuando la perseverancia en Dios nos hará vencedores. “Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh, Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.” (Jueces, 16,28). Si nos rendimos cuando vienen el fuego y las aguas no podremos desarrollar nuestro potencial como Dios lo desea. Muchas veces dependemos solo de nuestra capacidad física pero no entrenamos la resiliencia ni la perseverancia en el Espíritu. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41, 10). La fuerza aumenta en estos momentos de perseverancia. Si lo comparamos a un gimnasio, nosotros aumentamos el peso que podemos cargar poco a poco, no empezamos de golpe con el máximo peso. Debemos conocer nuestras limitaciones y perseverar. Me gusta asociar esa fuerza con el entusiasmo que tenemos al iniciar algo nuevo.

 

En resumen, para cultivar estos dones debemos templarlos:

El conocimiento sin humildad nos deja ciegos.

La empatía sin responsabilidad nos puede auto lastimar.

La fuerza sin perseverancia nos hace perdedores antes de empezar la carrera.

 

Dios en su inmensa sabiduría quiere que cumplamos nuestros objetivos de mente, corazón y acción. Sé que suena a ficha técnica, pero aplica a la vida. Dios quiere que seamos felices y para eso únicamente nos pide que nos dejemos amar por Él y que crezcamos bajo su cuidado. Por eso no temamos a buscar el conocimiento, a mostrar compasión y a fortalecernos día a día.

 

 

BALANCE 2024

 

Metamorfosis es la palabra que resume mi 2024. He tenido un año lleno de cambios, con los que he revaluado mucho mi existencia a mis 42 años: me puse a pensar qué es lo que realmente quiero para mí. Por salud mental, debí asumir más mi egoísmo para estar tranquilo. He podido reafirmar mis talentos más poderosos, así como aceptar humildemente mis debilidades, tanto las que puedo fortalecer como las que no.

He podido abrazar un misticismo que siempre he tenido dormido en mi interior. Pude cumplir con mi reto de lectura y sanar algunas heridas del pasado. Todo cambio fomenta una acción, en mi caso estoy en la etapa de aprender y asumir. Como muchos sigo siendo un WIP (Work in Progress).

Las decisiones que tome en este momento tendrán gran implicancia en mi futuro. Es cierto que dicen que un empujón llega de improviso. Tengo fe que mi camino se irá desbloqueando con cada paso. Sigo en este juego de rol que llamamos vida.

Es momento de hacerse responsable de uno mismo con todas mis virtudes y mis defectos. Es momento de luchar por los sueños que dejé en coma, le joda a quien le joda.

 

domingo, 12 de enero de 2025

El Camino

 


 

Me intoxiqué, sin darme cuenta. El veneno invadió mi cuerpo, mente, corazón y espíritu. Conseguí el antídoto antes que fuera demasiado tarde: la mezcla de sangre, sudor, lágrimas y miel me sanó.

 

El himno de amor propio se mezcló con las notas en las voces de quienes me aman. Un escudo protector para evitar calcinarme en la rutina impuesta y heredada.

 

Mis miedos me invadieron. Trajeron fantasmas, antiguos y nuevos, para atormentarme. Me reclamaban. Deseaban castigarme por mis errores cometidos. El dolor del rencor sin perdonar es intenso.

 

Soy el viajero en búsqueda de lo que me hace falta. Dejo atrás lo que fui obligado a perder. Sobreviviré a los obstáculos por lo que se viene: potencial sin activar. Cambios milagrosos me esperan. El destino final del viaje será momento de renacer. Es momento de aceptar lo que siento.

 

La vida es un círculo. El tiempo es una ilusión. Conseguiré el premio. La tierra se fertiliza con mis lágrimas y la vida nace después de la muerte. Los sueños necesitan trabajo y pasión. Nadie está solo en su camino.

 

Recargaré mi espíritu cansado. Haré estallar mi potencial como una super nova y sobreviviré al hoyo negro que decidió acecharme. Me haré invencible. Yo soy mi más grande enemigo y mi más valioso aliado.

 

Esta prisión tiene reglas conocidas. Así que debo dejar mis cadenas atrás. Quien seré me recibirá si caigo. Las fases de la luna me guiarán en este camino.

 

 

Tolerancia al veneno

 


 


Los seres humanos manejamos distintos niveles de tolerancia a las toxinas y, como dicen por ahí, lo que no te mata te fortalece. Pero ¿qué tan alta debe ser nuestra tolerancia a la toxicidad?

 

Soportamos el veneno, muchas veces superando nuestros límites, porque nos hemos acostumbrado a respirar y beber la ponzoña. Llega un momento en el que debes decir “ya basta”.

 

Estamos tan adecuados al veneno que no queremos aceptar cuando ya nos perjudica la salud. Las clases de desechos tóxicos que permitimos nos rodeen son variados: actitudes pasivo-agresivas, comentarios desatinados, opinar de cómo vive otra persona, amenazas contra la reputación, subestimación, sentimiento de culpa, etc. El mejor antídoto es quitarse eso de raíz. Si algo te lastima o no te hace crecer, bótalo. No es necesario que nos inyectemos, a modo de heroína, el cianuro que nace en las otras personas con tal de no quedar mal o ser aceptado.

 

La resiliencia nace del amor propio y del respeto. Pongamos barreras que nos protejan de gases tóxicos que otras personas, ya sean familiares, amigos, conocidos o enemigos emiten.

 

La vida propia es importante. Que nadie te diga cómo vivir pues cada uno recorre su camino propio. Ya suficiente veneno generamos nosotros mismos como para seguir bebiendo el ácido que otros secretan.

 

martes, 12 de noviembre de 2024

Promesa Cósmica

Usaré los anillos de Saturno en mis dedos, símbolo de mi compromiso.

Me desnudaré ante el eclipse, para revestirme con la protección de los amores del Astro Rey y el Satélite Reina.

Entregaré mi energía, alma y sueños para sanar.

 

Las constelaciones me observan y escuchan. Todos mis deseos se vuelven semillas estelares que florecerán en el futuro.

 

No quiero tener el destino de Plutón, destituido de su calidad planetaria. Me niego a retroceder en las sombras. Quiero nadar en los océanos de Neptuno y volar por los cielos de Urano.

 

Júpiter, hazme gigante y Marte dame sed combativa. Debo se bello como Venus, el lucero de la mañana, y adaptable como Mercurio, mitad hirviente y mitad congelado.

 

Viene el Silencio renovador: lo motivan la Libertad, la Aceptación y el Cambio. Mi Mente estará alerta; mi Pasión se encenderá; Protección que me envuelve será invencible; mi Corazón lanzará un brillo dorado, atrayendo cometas que hace siglos no transitan nuestra órbita.

 

Estaré desnudo ante el cosmos: pureza innegable. Galaxias brillantes guíen mis sentidos y lleven mi grito de vida a los confines del universo.

 

Repararé mi vida. No puedo detenerme ante lo desconocido.

Esperaré desnudo ante el cosmos la redención prometida. Tensaré mis músculos mientras contemplo la bella tiniebla sideral.

 

Ven eclipse. Te espero desnudo, usando los anillos de Saturno. Llega eclipse y cumple la promesa sanadora que me hiciste.

 


It’s Enough

I ‘ve been licking my wounds for too long. It’s enough!

The time’s come to strike back. I’ll use the philosophy of the elements to prevail: The freedom of the air; the power and passion of fire; the adaptability of water and the nurturing of the earth.

 

God as my witness! I have the power to live! Enough of painful tears. Enough pain. I am a warrior! I am a sage! I am a healer! I am a protector! Come and get me if you dare. Believe me, you won’t win.

 

I am strong, intelligent, and compassionate. You won’t survive our next encounter.

 

I am not the helpless boy I once was. I’ll kill you with kindness. Come fear and anxiety. Both of you can’t take me down.

 

Enough of you shame and guilt. My Father loves me and cleanses my soul.

 

Comen and get me! Your gang is powerless! Pride you won’t be able to blind me. I have my curiosity, my empathy, and my humility with me.

 

It’s enough of these woes. It’s time for me to fight back. Embrace my light and darkness I must be a victor. From dawn to dusk my strength will grow.

 

Grab your sword! I don’t care. I’ll fight. If I fall, I fall but I will take you all with me.

 

I’m standing prepared for you!

 

martes, 3 de septiembre de 2024

Aquelarre

 


 

Soy Hécate, diosa guardiana de la hechicería. Los iluminaré con mis antorchas, jóvenes usuarios de mis dones.

 

No importa su origen, sexo o su predilección por la maldad o bondad, busquen formar parte de un aquelarre. Brujas y hechiceros recuerden que en soledad no tendrán poder verdadero.

 

Hijos e hijas míos, la magia es neutral. La moral de cada uno los guiará por el camino que elijan. Apóyense en su aquelarre.

 

No importa su experiencia con encantamientos, maldiciones o pociones, miren el fuego de mi antorcha y sigan su corazón. Así no se equivocarán.

 

Acepten mi invitación. Mi aquelarre las guiará, pero debo de advertirles: cuiden su corazón. Si derraman una lágrima por ruptura del mismo, perderán sus poderes que tantos les costó obtener. No interesa si la ruptura viene por amor romántico o filial.

 

No intenten imposibles. Una cosa es embotellar el gusto y la lujuria, pero el amor es una magia primordial y no puede ser creado.

 

Hijos e hijas míos, vengan a mi templo y reciban mis dones. Busquen aquel aquelarre que los ayude a su felicidad. No sean soberbios, por egoísmo se puede perder lo más valioso. Una bruja sin su aquelarre no es nada.

 

Hagamos un pacto: cuidemos el aquelarre y el aquelarre les cuidará.

 

No te confíes, cariño.

 


No te confíes, cariño. Puedo decorar mi palacio con corazones y estar rodeada de rosas rojas, pero mi guillotina tiene el filo del alma destrozada.

 

¡Mi poder es absoluto! Me temen, me respetan. Cree en mis palabras, si prometo una ejecución, la tendrás. Rodarán cabezas.

 

No te confíes, cariño. El corazón puede simbolizar el amor, pero verás que me amo más a mí. Mis súbditos conocen que gobierno con guante de hierro.

 

Las otras reinas eran débiles y patéticas. ¿Quién anticiparía la ironía? La reina de Espadas lloró por clemencia. Yo se la di: una muerte rápida y limpia. Tréboles y Diamantes me pertenecen.

 

En honor a la verdad, antes amé, pero, ¿de qué sirve amar si te tratan como si fueras débil? Nunca más. ¡Mi reino será grandioso! Conquistaré, con mis naipes, el reino vecino del ajedrez.

 

No te confíes, cariño. El corazón es el arma más peligrosa que existe. Traigan mi hacha personal. La bajaré como guadaña. Las cabezas rodarán y luego jugaré croquet para relajarme mientras como tarta.