domingo, 21 de marzo de 2010

Juegos de Guerra.



Frío mármol de emociones
que absorberá las estrategias
del solitario Rey,
protegido por sus caballeros
entre dos impenetrables torres.

La cruel inocencia toma forma
y sus comentarios se manchan
de ironía
mientras se es niño, mientras se es puro.

Juguetes desordenados
en el piso
que no serán recogidos,
trajes elaborados
que se usarán ante
Reinas Negras y Blancas,
De dureza terrenal.

Soldados que serán sacrificados
por los sacerdotes,
mientras el bufón manipula
las motivaciones del monarca de cada bando,
todo por el placer de la Guerra,
el más grande juego de niños.

Cuadros de opuestos colores
serán el camino que seguirán
los seres que erróneamente piensan
que sus respectivos Reyes ganarán.

Ambas Reinas culpables son,
pues recibieron
al burlón bufón en sus palacios
de ébano y marfil.

Las Reinas son las culpables,
pues compartían al mismo amante ilegítimo,
que con bromas las conquistó
y que con sus dulces palabras
las envenenó desde dentro.

La ponzoña se esparció
y los Reyes, debilitados por su antigüedad,
la Guerra se declararon.

Cuando se oiga “Jaque Mate”,
en el cementerio real todos estarán
y el extraño estratega burlón
su morada construirá con naipes.

Piezas quebradas de un juego que parecía ser eterno
pero que llegó a su fin.








3 comentarios:

Ginno dijo...

que paja!

Ýulian Doriet dijo...

Guerra, el mayor placer, el mejor juego de niños, tienes razón.

MAKO MOYA dijo...

bacan lo que escribes, espero seguir leyendo nuevos.