El coro estaba lleno de voces dulces y melodiosas: sirenas y ángeles cantaban bajo la dirección de la orquesta.
Desde el volcán, venía el sonido
de percusión de tambores y el lago le daba el sonido misterioso a cada voz.
Las partituras eran claras: notas
moderadas. Agudas y graves en perfecto equilibrio, la vida que crece en los
pastos fértiles se hace escuchar.
El silbido de los aires de las
cuatro direcciones suena fuerte y claro.
Las trompetas son descritas en el
libro Revelador; las arpas en los poemas clásicos. La sinfonía de voces que
hipnotiza para sentir el deseo del Edén.
Las notas suben y llenan el alma.
Las voces atraen a los niños: ya sea a las sombras o a la luz. ¿Qué diría mi
espíritu al escuchar la canción?
El coro canta a la Luna y al Sol.
Que el canto de renacimiento se
escuche. Vamos coro, lleguemos a la nota más alta mientras la Estrella de la
Mañana cae.
La canción habla de los siete
pecados y las siete virtudes que se fusionan para dar balance de orquesta.
El mundo exterior deja de existir
mientras el coro de sirenas y ángeles canta. Permitamos sanar el dolor. Permitamos
a nuestros sueños crecer.
El corazón se llena con la
melodía: oración y hechizo de protección y acción.
Ven, escucha conmigo a las sirenas
y los ángeles.