Todos, aliados y enemigos, rodeaban el cuerpo sin
movimiento. 
Fue un ataque que no se pudo predecir ni con la más
elaborada estratagema.
Pronto llegará a su fin… la guerra sin cuartel llegará a su
fin y no nos dimos cuenta. 
Los defensores de la víctima no aceptarán la derrota:
atacarán a sus rivales en venganza.
Los peones usarán sus pequeñas dagas y las torres
catapultarán bolas de fuego que lleguen a la frontera del otro reino…
caballeros, ataquen con espadas y escudos. 
¡No se rindan! 
Obispos dejen de lado el tabú y defiendan a su rey. Derramen
la sangre enemiga sobre los ladrillos marmoleados del piso. 
La reina se acerca a su marido caído sin entender. 
Mira hacia abajo mientras los demás pelean…
mientras el otro rey y su consorte celebran en la lejanía
ve algo que la hace sonreír. 
Un cetro se levanta y la reina, seductora hechicera, lo
toma.
Lanza su maldición al cielo estrellado y el terror invade el
campo de batalla.
Ambos monarcas enemigos han perecido: el hechizo los engañó
y los hizo destruirse mutuamente.
Astuto rey que finge su muerte en medio de la guerra…
Estúpidos y confiados coroneles que celebran antes de
tiempo. Ellos causaron la pena entre sus soldados.
La batalla acabó…Jaque Mate.