La luna llena fue testigo de los aullidos
entonados por el más fiel de los amigos
cuando la soledad llegó a hacerle
compañía.
Juegos infantiles,
persiguiendo tu cola me
llenaste de sonrisas,
mientras me cuidabas de”grandes” monstruos con orejas redondas
y cola larga.
Tus ladridos cada vez que alguien tocaba el
timbre
y tus gruñidos cada vez que te quitaba tu juguete favorito me calmaban
los nervios.
Fidelidad ilimitada,
amistad en un mundo loco
donde tu mirada caída me sostenía.
Ven a recostarte en mi regazo, compañero
mío: es mi turno de relajarte a ti.
La edad en ti se multiplica por 7.
Los años
pesan:
tu olfato ya no es el mismo,
tus ojos ya no ven como antes
y tus
energías se agotan más rápido.
A pesar de eso hay algo que no cambia:
tu cola
moviéndose de alegría al verme llegar después del trabajo.
Ven compañero,
ya no le aúlles a la luna.
Yo te
haré compañía antes de dormir.
***Escrito el 12.05.2014 con el reto que Pamela Villaverde me lanzó : palabra Perro
No hay comentarios:
Publicar un comentario