sábado, 7 de junio de 2014

ESPERANZA



Todos dormían en la casa. No se escuchaba sonido alguno, con excepción de las rítmicas respiraciones tranquilas que los miembros de ese hogar emitían. Era una noche calurosa de marzo por lo que las frazadas estaban de más en la cama que Ross compartía con su esposo. A pesar de la paz que el rostro de Ross mostraba, una lágrima se escapaba sutilmente por debajo de su cerrado párpado izquierdo.

-“Ross…Ross…tranquila. Todo saldrá bien”.-la voz de Ana era como la recordaba Ross. Alegre y tranquila.

-“Ana, ya no puedo más. ¡He perdido todas las fuerzas!”-Ross respondió  levantando la voz.
El sueño ya se había hecho recurrente. Siempre era la misma escena. Ana y Ross estaban sentadas en la sala de un departamento pequeño. Por las ventanas se veían torres de edificios familiares. Ambas mujeres llevaban vestidos: Ross usaba uno color tierra y Ana uno celeste. Los sillones cómodos y de color arena. Aunque no se movían nunca de la sala, Ross sabía que el departamento tenía cuatro cuartos y estaba en el tercer piso del edificio.

-“Ross, no has perdido las fuerzas. Solo perdiste de vista el sol.”- La sonrisa de Ana brillaba como las estrellas.

-“Te prometí algo y no lo pude cumplir…”-Ross comenzó a replicar, pero Ana levantó su mano, en una clara solicitud para que su hermana menor guardará silencio.

-“No seas tan dura contigo misma. Has hecho más de lo que ofreciste. Cuidaste a todos en la familia, mi pequeña hermanita. Cuidaste a mis hijos: mi hermosa abeja[i], mi adorada antorcha de luz[ii] y mi pequeño mensaje de la Presencia de Dios[iii]. Me cuidaste a mí cuando mi querido Manolo se me adelantó. No puedes darte el lujo de perder lo que me regalaste en vida: la Esperanza.”- Ana habló como toda una maestra: con humildad y cariño.

Ross no tenía palabras para responder. Fuera del departamento se escuchaba un perro ladrar en la lejanía de la calle. Ana aprovechó el silencio para continuar.

-“Siempre cuidaste de todos nosotros. De nuestra madre…de todos los hermanos…y tal vez nosotros no te dimos el crédito que merecías. Fuiste el sol que ilumina nuestros caminos, la luz de la Esperanza que se vuelve saeta contra el miedo. Yo te ayudaré a recordar.”

-“Ana, es que ya no puedo. Siento que no puedo continuar. Todo se hace más difícil. Yo creo que todo se me va de las manos. La memoria de nuestra madre…los problemas que nos alejaron. ¡Eras tú quien nos mantenía unidos, no yo!”-Ross sollozó. En los cuartos del departamento se escuchaban voces de niños, aunque Ross no los podía ver.

-“Ross, yo era la alegría. Y si la unión es lo que falta, pues muéstrales que a pesar de todo, somos uno.”-Ana siguió firme en su discurso.-“Mira todo lo que ha pasado gracias a ti. Muchos de nuestros sobrinos terminaron sus carreras. Algunos pudieron sobrevivir a las vacas más flacas. Ayudaste a Mamá en la ausencia de Papá. Entiéndelo de una buena vez. Eres la Esperanza para nosotros. Solo debes encontrar en tu fe esa chispa para que tú no desesperes. Te lo pido, hermanita. Dios me envió a ti para recordarte esto.”- La sonrisa de Ana era más grande aún.

Ross no lo había notado antes, pero su hermana llevaba a modo de aretes un par de esferas de navidad y una vincha con orejas de ratona. No pudo evitar sonreír. Era una sonrisa cargada de buen humor que no esbozaba hace bastantes meses. Se sintió nuevamente la de antes. La luz que se filtraba por la ventana hacia que el cuerpo de Ana se viera transparente.

-“Anita, no te vayas. Por favor, necesito de tu ayuda.”-Ross imploró al notar que ya era hora de la despedida.

-“Ross, siempre estoy contigo. Recuerda, haz que la Esperanza no se apague nunca.”- Ana tocó el corazón de Ross con su dedo índice.

Ross cerró los ojos. Antes que el sueño terminará, sintió un calor intenso en su pecho. Un extraño símbolo apareció al medio de él, justo donde el dedo de Ana se había posicionado antes de desaparecer. El símbolo representaba un sol con un solo rayo de luz que iluminaba fuertemente.

-“Gracias, Anita. Te extraño, pero te prometo que no me rendiré. Lo haré por ti”.-Ross dijo, mientras abría sus ojos y una lágrima caía por su mejilla izquierda. El sueño aún no había acabado, pero a lo lejos se oía una alarma mientras el departamento desaparecía en una nube blanca.

***

Eran las 5 de la mañana. Ross tenía que levantarse para prepararse para salir, pero no podía quitarse la escena de la cabeza. Su hermana querida le había traído un mensaje divino que ella no debía ignorar. Era momento de secarse las lágrimas. Era momento de empezar de nuevo, con las pilas recargadas de aquella virtud que ella no quería reconocer en sí misma: la Esperanza de la vida nueva.

-“Ana, hoy es el primer día del resto de mi vida. Gracias.”







[i] Significado del Nombre Melissa.
[ii] Significado del Nombre Ileana.

[iii] Significado del Nombre Manuel.


++++ ESCRITO PARA ROSSANNA PÉREZ EL 24.05.14
LA IMAGEN ES EL EMBLEMA DE LA ESPERANZA, UTILIZADO EN LA SERIE ANIMADA DIGIMON 01 Y NO ME PERTENECE SE UTILIZA PARA GRAFICAR

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