Aries, el carnero, sufre el equivalente de la alopecia humana
y se quedó sin lana. Ahora se veía como un perro peruano con cuernos en
espiral. En realidad, se quedó dormido en el peor lugar y momento y lo
trasquilaron en sus sueños y sus amigos lo convencieron que su calvicie era
natural.
Por su lado, el toro se equivocó de mito y se perdió en un
laberinto en Creta. Ni con toda su fuerza bruta podría encontrar la salida y su
orgullo le evitaba pedir ayuda.
Los gemelos decidieron separarse, aunque no amigablemente,
luego de recibir una herencia familiar y no poder llegar a un acuerdo. El
juicio involucra un tercer hermano bastardo que apareció de la nada en una
fiesta que se salió de control.
El cangrejo contrajo cáncer de caparazón. La enfermedad lo
redujo a un nivel más bajo de depresión para los estándares sentimentales del
crustáceo. Su condición empeoró por lo que consumió aquella noche, ya que hizo
madurar las células negativas.
Leo ya no ruge ni maúlla. La mala fama del león cobarde le
hizo dudar de la filosofía Hakuna Matata y su crisis existencial empezó a
afectar su melena, dándole canas grises.
Virgo perdió la virginidad en una orgía estelar: estuvieron
Orión, Andrómeda, las Osas (Mayor y Menor), y otros más. No recuerda lo que
pasó, pero ya tiene atraso menstrual.
Libra conoció las delicias de la corrupción y accedió a la
política. Se corre el rumor que haría el ojo ciego si el soborno es más pesado
que el crimen.
El escorpión se volvió adicto a su propia toxina
alucinógena. Cada media hora se inyectaba así mismo su veneno. Su cola ya
estaba hinchada de tanto auto ataque.
Sagitario perdió su toque: su puntería se fue y, aunque no
recuerda mucho, sospecha haber participado junto a Virgo de una noche de pasión
con las otras constelaciones. Se arrepiente de haber consumido esa noche el
veneno directamente de la cola del escorpión.
La cabra enloqueció. Escuchó un viejo dicho que hablaba de
la locura de la cabra y se sintió influenciado. Se vistió de sirena y se metió
al Mar de la Serenidad en la Luna, olvidando por completo que no sabía nadar.
Acuario tiene sed. Se gastó todo su vino la noche del
encuentro carnal que Virgo sufrió. Siente que tomó tanto que ya no puede negar
su pan sexualidad después de lo que le contaron que hizo. No era como quería
salir del armario.
El hilo de los peces se rompió. Cada uno se fue a lados
opuestos de la vía láctea. Sin el hilo corren peligro. Uno de ellos podría ser
confundido por salmón por la Osa Mayor.
Todo el zodiaco estaba de cabeza. Sus primos orientales
disfrutaban el espectáculo. Con sorna decían: siempre tan orgullosos y dignos y
ahora patéticos por asistir a una sola fiesta.
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