41
Usualmente en mi cumpleaños escribo algo sobre los aprendizaje
s y sobre quien soy desde mi punto de vista. Este año, número 41 en mi vida, decidí recordar las formas en las que he sido llamado a lo largo de mi vida. No hay mejor forma de crecer que la aceptación de lo bueno por cimentar lo que uno es y lo malo por motivarte a salir adelante. Faltan pocos días para mi cumple, así que es bueno hacer este pequeño inventario antes que los 40 se desvanezcan.
Los apodos que más me gustan, sin ningún orden en
particular, tienen un lugar en mi corazón especial, ya sea por lo curiosos y
chistoso que son o por la muestra de cariño que tuvieron:
Haruka
Brian Addams
Primo (sí suena genérico)
Brujo
Shaggy
Dulce
Cocodrilo
Ángel Negro
Vilito
Vilandro (y su variante Vilanndro Meza)
Payasito
Psicodélico
Banshee (mis gritos son poderosos)
Sombrero
Mutante
Papa Frita
Apolo
Loki
Hades
Bufón
Rey Bufón del Sarcasmo
Dulce Sarcasmo
Sarcasmo Dulce
Escurridizo (cuando nado)
Torvic (algo escaso de creatividad, pero, llegó a la lista
de los amables)
Vilín
Artista
Loco
Hermano
Colorado
Pato Lucas
Ruso
Gringo
One Dollar (cuando pido taxis)
Liebre de marzo
Conejo de Alicia
Entre los que son más tóxicos (o los que siempre odié), aunque
pude aprovecharlos para crecer y demostrarles a esas personas que se equivocan
tenemos, igual, sin ningún orden:
Inútil (el que me han dicho más seguido)
Delicadito
Padre (cuando era acólito, labor que me encantaba, pero el
apodo estaba de más)
Mal amigo
Poco hombre
Débil
Sabelotín
Sabelotodo
Cabezón
Aburrido
Robotito
Panzón (lo soy, pero sean más creativos)
Calvo (lo soy, pero no busquen lo obvio)
Raro (y todas sus variantes)
Debilucho
Feo
Aríbalo (aunque es cultural por los Incas)
Como dice la canción, “se dice de mí” muchas cosas. Algunas fortalecedoras
y otras destructivas, pero el hecho de aceptar quien soy es el mejor fruto a mi
vida.
Soy malo en soccer (fútbol) y matemáticas. Soy bueno
leyendo, escribiendo, creando, nadando, idiomas y gritando. El hecho de aceptar
que existen personas que me odiarán o envidiarán me hace más fuerte porque les
he demostrado que están equivocadas. El hecho que haya personas que me aman me
hace sentir más digno. Pero, en realidad lo que me agrada de esta edad es que,
a pesar de tantos años, he aprendido a amarme, aceptarme y desearme. He
aprendido a que mi felicidad no dependa de lo que no puedo controlar, como la
opinión o las expectativas de otros.
Creo que Dios tiene un plan en conjunto conmigo para mí. Creo que estar
vivo es maravilloso y que más vale contar las bendiciones que las carencias.
¿Qué importa lo que se diga de mí (en mi cara o a mis
espaldas)? Soy yo y así me amo, así que gracias a todos los que me aman y me
odian. No sería quien soy sin esa mezcla de veneno y antídoto.
Feliz pre cumpleaños para mí, un lunático perro de agua
protegido por la constelación de cáncer. ¡Qu vengan más años! Vamos denme su
mejor golpe y verán cómo se los devuelvo con más fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario