Caperucita Roja, dejó su negocio de Delivery
porque había mucha competencia motorizada. Ahora se dedica a ser guía turística
de cierto bosque. Su abuela ya no podía pagar el alquiler, pero emprendió una
empresa de venta de ropa femenina para lobos que quieren ser lobas.
Los tres osos y su hospedaje no la ven tan
bien. Sus huéspedes misteriosamente desaparecen cuando ellos entran a hacer
limpieza de habitaciones, pero el equipaje sigue en los cuartos.
Luego de vender su primera casa de ladrillos,
la cual ofertaron con una amplia cocina hasta para cocinar un lobo, los cerdos
abrieron su inmobiliaria. Tienen paquetes para todos los bolsillos: paquete
paja, paquete madera y paquete ladrillos.
Ni bien escapó del horno en el que
“accidentalmente” fue empujada por dos niños, la bruja utilizó su casa de
jengibre y dulces para sus estudios de odontología y tratamiento contra
diabetes. ¡Ella sí supo cerrar el ciclo económico!
No se puede negar: las oportunidades existen.
DISCLAIMER: Las imágenes no me pertenecen y no intento obtener nada de ellas. Solo las utilizo para graficar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario