domingo, 30 de junio de 2019

37




Otro año en este mundo. Estos últimos 365 días se han caracterizado por una lucha constante: dejar cosas atrás, aferrarme a otras, aprender y olvidar en algunos casos…Creo que ha sido un año más para probar mi auto aceptación.

Creo que puedo resumir mi llegada a los 37 utilizando “subtítulos”:

1.       Agua: Adaptación constante. He debido adaptarme a distintas situaciones a veces tranquilas como el agua de lago y otras movidas como el maretazo que llega sin avisar.

2.       Luz en los ojos: Aprender humildad siempre ha sido una tarea constante. Este año me permití aprender que no importa que tan alto o bien esté no debo permitir que la luz me ciegue. Debo recordar que siempre existirán personas más preparadas que yo o que en algunos momentos debo dejar a otros tomar el protagonismo. Claro, no debo de usar mi búsqueda por un espíritu modesto y humilde me sirva de excusa para no luchar por mis sueños y metas.

3.       Abismo Obscuro: Contemplar mis tinieblas y miedos sin permitirme caer en la fuerza gravitacional propia de los hoyos negros. Si quiero un cambio, debo mancharme las manos, sin olvidar que sin amor la ambición puede ser cruel. No debo permitirme perder mi fe y voluntad, no importa lo que pueda ver en aquella obscuridad.

4.       Ciclo Lunar:  Cambios en la marea. No hay que pensarlo mucho. Tenemos momentos positivos y retadores, así como negativos y restringentes. Tengo que sacar lo mejor de cada situación, sin desanimarme, pues como la luna eventualmente llega a su zenit, las oportunidades pueden mostrarse.

5.       Empatía conmigo mismo: Esta frase me ha marcado mucho desde hace algunos días. Puedo tener empatía con otros, pero muchas veces me olvido de sentirla por mí mismo. Creo que debo aprender a reconocer lo que me pone triste y lo que me alegra antes de autodestruirme, como tantas veces lo he hecho en el pasado. Si yo temo conocerme y aceptarme, no puedo esperar que los demás no sientan ese mismo temor.

6.       Espada y escudo:  Ataque preciso y cautela paciente. Si quiero salir adelante debo utilizar ambas herramientas para ser libre de mis propias prisiones. Me cuesta tanto abrirme paso a través de las rejas, muros, cadenas y trampas que yo he creado a lo largo de mi vida, pero creo que estoy avanzando a paso lento pero seguro.

Lo interesante del número 37 es que sus componentes muestran un potencial interesante: 3 y 7 son considerados los números más poderosos, así como la perfección que su sumatoria (10) implica. Se vienen retos y oportunidades. Ojalá pueda estar atento a los caminos que Dios pueda mostrarme y yo pueda tomar los pasos necesarios para lograr mis anhelos, metas, objetivos y sueños.


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