miércoles, 6 de marzo de 2019

LA VIDA ES UN JUEGO




Siempre me han gustado los Juegos de Rol y últimamente estoy aprovechando mi tiempo libre en este tipo de entretenimiento. Me puse a pensar que es muy fácil comparar la vida de cada uno (uno mismo incluido) con la temática o la mecánica de este tipo de juegos por su complejidad. Al tomar las distintas rutas que se puedan abrir, se afecta no solo nuestra existencia, sino también la de aquellos que nos rodean, ya sea de manera favorable o desfavorable.

Todo Juego de Rol tiene un objetivo principal definido y los distintos personajes cumplen roles específicos. Todo se basa en las decisiones que podemos tomar desde el inicio. Según estas decisiones se mostrarán los distintos escenarios o caminos para tomar. Para los que no han experimentado alguna vez este tipo de juegos, es bueno recordar que estos escenarios múltiples se programan de acuerdo a las probables respuestas que el jugador dé. Por ejemplo, si el jugador toma ciertas decisiones podría influir en el desarrollo ya sea empezar una campaña de noche o de día. Del mismo modo, nuestras vidas son definidas por nuestros sueños y nuestras metas. Toda acción genera como inevitable reacción un paso hacia o en contra de nuestro horizonte, lo cual hace que cada día cuente, al igual que cada disposición que tomemos, para acercarnos o alejarnos de dicho norte. Como toda historia con un buen argumento, existen giros sorpresivos, es decir, consecuencias no planificadas. Dependemos de nuestra capacidad de adaptación para sobrellevar las llamadas “ironías” de la vida.

 
La amplitud del mundo en el cual empezamos nuestra travesía nos da la libertad de explorar, de manera casi ilimitada, la intrincada geografía y ver las distintas posibilidades. Si bien tenemos un objetivo principal, podemos tener objetivos secundarios o complementarios. A lo largo del desarrollo humano, podemos desviarnos un poco de nuestro camino. Estos caminos alternos, o como los conocen en los juegos “side quests”, permiten el desarrollo del personaje principal, es decir, nosotros mismos. Como protagonistas responsables de nuestra historia individual, cada camino alterno que tomemos nos ayudará o limitará en cierta manera de cara a nuestro objetivo principal, pues existen decisiones que podrían cancelar ciertos resultados o podrían catalizar otros. Invariablemente cada decisión nos hará evaluar nuestros límites y buscar soluciones a los problemas que se puedan presentar. Muchas de estas complicaciones serán remediadas usando distintos aspectos de nuestras habilidades: mentales, físicas, emocionales o espirituales.

Usualmente los personajes, ya sean principales, secundarios o menores, recolectan distintos artículos que podrían ser de ayuda en la campaña que hayan iniciado. Lo comparo con el mundo real y es bastante similar, con la diferencia que en nuestro caso los productos más útiles no son necesariamente tangibles. Si bien los jugadores podrían coleccionar espadas, escudos, cetros u otro tipo de armas u objetos de distintas utilidades (sanación, escritura, lectura, mapas, etc.), nosotros podremos coleccionar conocimientos que nos permitan obtener herramientas que usaremos como mejor nos convenga. Lo mencionado no limita nuestra posibilidad de tomar la recolección de “ítems” en un sentido literal. La ventaja que le encontramos a estos objetos, ya sean tangibles o intangibles, es la capacidad de intercambiarlos a nuestra conveniencia con tal de mejorar nuestro inventario.

Por otro lado, las habilidades que podamos tener o desarrollar dependerá de las decisiones que se tomen, ya sea basadas en aspectos filosóficos, morales o éticos, y de las acciones que iniciemos consecuentemente. A los humanos nos acomoda la especialización, lo que nos permite perfeccionar cierto grupo de capacidades para obtener mejores resultados. Se pueden aprender nuevas habilidades conforme vayamos avanzando, incluso en muchas oportunidades, tanto en el juego como en la vida misma, debemos dar algunos pasos hacia atrás y desarrollar determinadas facultades para seguir al siguiente nivel o superar algún nuevo reto que se nos presente.

Es ingenuo pensar que desde el inicio estaremos listos para todo lo que la vida nos arroje. En los Juegos de Rol, el protagonista, debe ganar experiencia para lograr avanzar en su “misión” principal. Muchas veces esta experiencia crece con cada victoria o derrota que se experimenta y eso es aplicable a nosotros mismos. La experiencia debe fluir de manera creciente y constante. Nuestra ambición por crecer debe mantener una cadencia ininterrumpida. El crecimiento es inevitable, y queramos o no, ganaremos experiencia con cada paso que demos y con cada reto superado. Es cierto lo que menciona C.S. Lewis “La experiencia es un maestro feroz, pero está claro que te hace aprender”. 

La combinación de la experiencia, las habilidades y los conocimientos, nos permitirá una mente más abierta y preparada para tomar decisiones de manera más rápida y asertiva.

No recorremos la vida solos. Tenemos compañeros, amigos, aliados y conocidos que forman parte de nuestro grupo, ya sea de manera fortuita y temporal o estática y perene. En los juegos se les conoce como “Party Members”. Esta unión, basada en situaciones de ganar- ganar aprovechará el conjunto de habilidades, ítems, conocimientos y experiencias de los distintos miembros del grupo para cumplir ciertos objetivos. El aporte que cada miembro pueda dar, ayudará a todos los miembros a crecer, obteniendo sinergia. Sin embargo, no debemos olvidar que cada ser tiene un objetivo principal distinto y en algún momento deberá tomar algún rumbo diferente al nuestro para seguir su propia ruta de vida. Estas relaciones pueden basarse en amor, amistad, intereses comunes, enemigos comunes, etc. Cada miembro del equipo, ya sea permanente o temporal, es importante y como tal se debe practicar el respeto mutuo.

Conviene mencionar a aquellas personas con las que no tendremos relación alguna, pero que por su aporte pueden facilitar nuestra búsqueda. Los juegos los nombran como “Personaje no Jugadores” (Non-Playable Characters) e incluyen proveedores, maestros, guardianes, consejeros o informantes. Estas personas no se unirán a tu grupo, pues puede que sus intereses difieran completamente de los propios, sin embargo, podrán cumplir ciertos roles de soporte que no deben ser subestimados. En los Juegos de Rol te recomiendan conversar con cada personaje, pues así podrías desbloquear nuevas rutas u obtener información indispensable. En nuestra realidad, podemos aprovechar cada interacción interpersonal que podamos tener para buscar oportunidades que nos acerquen a nuestras metas.

No todos los personajes estarán a favor nuestro. Puede tratarse que sean nuestros opuestos, por lo que la sabiduría nos deberá guiar y ver si conviene pelear, huir, reunir fuerzas o alejarse de las amenazas que puedan presentar en contra de nuestro objetivo. Sin embargo, no podemos negar el valor de un buen rival, pues nos motivará a buscar más experiencia.

Todos, de vez en cuando, necesitamos un santuario, o lugar para reposar y recuperarnos. Atender y sanar las heridas obtenidas a lo largo del camino es imperativo. Muchas veces ese periodo de reposo nos dará más fortaleza para continuar la búsqueda. El problema se da cuando no queremos aceptar esa realidad y pensamos que somos invencibles. El equilibrio entre ataque y defensa debe ser respetado. A veces conviene tomar una actitud neutral y observar, esperando que se dé la oportunidad perfecta para contra atacar o utilizar la fuerza del enemigo en su contra. 


La vida es un juego y nosotros debemos decidir qué tipo de jugador ser. Podremos decidir ser héroes o villanos y defender distintas causas, pero todo deberá alinearse, como en el ajedrez, a nuestra propia estrategia para obtener lo que buscamos. Somos nosotros los escritores y protagonistas de este juego de Rol que es nuestra existencia así que es nuestra obligación tener la trascendencia necesaria para tomar cada una de las decisiones y avanzar con seguridad hacia nuestro propósito.



 DISCLAIMER: LAS IMÁGENES NO ME PERTENECEN Y SOLO LAS USO PARA GRAFICAR. NO PRETENDO OBTENER NINGÚN BENEFICIO DE ELLAS.

No hay comentarios: