viernes, 31 de agosto de 2018

Gravedad Lunar





Me acurruco en las olas del océano y busco paz en el poderoso mar. Las sirenas me arrullan bajo la luna llena, responsable de este oleaje.

Mi cuerpo desnudo alberga todos los sueños que regresan, luego de la cruenta batalla contra la realidad impuesta.

La brisa marina me acaricia el rostro en mi cama de nácar. Mi hombría se cubre de la espuma. Mis ilusiones bailan al ritmo del canto de las gaviotas en el cielo.

Los cangrejos cuidan celosamente mi melancolía, cultivándola para luego cosechar la alegría bajo la luna azul. En la costa se oyen aullidos caninos vigilando mi reposo. Amanecerá pronto. La sal se refleja en mi piel. Los colores del espectro enmarcan mis pasiones más profundas.

La fuerza gravitacional eleva la marea. Escila, el demonio marino, se aleja en búsqueda de marinos para alimentar a sus bestias, mientras que decide dejarme a mi suerte, afectado por los rayos lunares.

Los siete mares serán bálsamo cauterizador de heridas que escondo en mi corazón.

La influencia de la luna reactiva mi sangre, haciendo que mis venas y arterias se hinchen de excitación.

Hijo de la luna y el mar, nadaré en lo más profundo de mi abismo: Sirenas y dragones protejan mi travesía en búsqueda de mi alma que espera, como perla, dentro de una ostra plateada.

Las olas van y vienen, bailan lunáticas mientras cubren y descubren mi  completa humanidad.

Mi espíritu despierta, atraído sin remedio por la gravedad lunar...


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