La noche
del 28 de octubre de este año llegamos al aeropuerto Jorge Chávez. Los nervios ya se habían vuelto insoportables
y el reloj avanzaba lentamente. Solo nos quedaba esperar pacientemente cerca a
la puerta de entrada. Después de una pequeña desorganización en el abordaje,
nos dispusimos a volar. El trayecto no presentó mayores novedades a las
dificultades para dormir en un avión.
Al llegar a
nuestro destino, el golpe fue duro: todos, desde quien te abre la puerta del
hotel, pasando por la recepcionista e incluso quien aseaba los cuartos
mostraban una amabilidad única y natural, muy alejada de cualquier ironía o mal
genio. Realmente inspiran a tener un “Mágico Día”.
El reloj se
volvió cruel. Sus manecillas avanzaban demasiado rápido. Tanto por hacer y tan
poco tiempo para hacerlo. El Downtown Disney nos mostró un poco de la magia que
nos esperaba en los parques, y por qué no decirlo, nos permitió iniciar un
hobby con la recolección de pines alusivos a distintos personajes de Disney. La
inspiración se iba recargando.
EL primer
parque que visitamos fue Disney Hollywood Studios, en el que vimos a los
primeros personajes que conoceríamos: Daisy, Donald, Minnie, entre otros. El
parque nos mostró la magia de Disney, pero enfocado en la historia de las
películas. Nos comentaron que era la última temporada del icónico sombrero de
Aprendiz de Mago, pues lo retirarán dentro de poco. Las atracciones son de lo
mejor. La torre del Terror fue mi favorita del parque (aunque Anita no esté de
acuerdo). Fantasmic fue el broche de oro que cerró la celebración por los
cuatro años de enamorados con Ana Nuñez Zender
Al día
siguiente la magia de Disney se centró en la ilusión que solo su reino mágico
podía dar. Magic Kingdom nos abrió la mente a más inspiración. Reitero la
amabilidad de cada miembro del cast. Todos denotaban amor por lo que hacían. MI
única decepción: la fiesta de Halloween a la que tanto quería ir, ya no tenía
disponibilidad. ¡Las entradas se habían terminado desde agosto! La colección de
pines seguía creciendo a la sombra del Castillo de Cinderella.
La
siguiente porción de la magia que conoceríamos sería la que ilumina el reino
animal. El frío cambio de clima nos recibió a la llegada al parque, pero eso no
podría desanimar a este par de aventureros. Fuimos en la búsqueda de aventuras
por África, Asia, la Tierra de los Dinosaurios y el Mirador de Rafiki. Este
parque nos pareció bastante educativo, por el contacto que pudimos tener con
los animales, aunque muchos de ellos estaban un poco desanimados por el frío
inesperado. A pesar de eso, el día se cerró frente al Árbol de la Vida.
Epcot nos
trajo la magia del futuro global al día siguiente. La gran esfera central nos
llevó por la historia de las comunicaciones y pudimos motivar nuestra
imaginación con la inventiva humana. Al recorrer los reflejos del mundo,
pudimos conocer que Disney es el paraíso de la diversidad cultural y étnica.
Personas de todo el mundo se preocupan para que cada segundo sea mágico
Lo
importante: Sentí como una chispa que se extinguía en mi creatividad despertó
nuevamente para seguir haciendo lo más me apasiona: Crear. Teniendo en consideración la decepción de no
tener mi fiesta, el frío que caló hasta los huesos dos días y la distancia
desde el hotel al centro comercial más cercano (y por consiguiente el gasto del
taxi que dicho trayecto significó), es uno de los mejores viajes. Una experiencia
renovadora e inspiradora que de seguro debo repetir.
1 comentario:
excelente vilo escribes muy bien y describes bien tu experiencia !! Adelante
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