Escucha la
canción de la parca: su voz es dulce e inquietante. Parece un susurro, pero se oye
fuerte en el alma. No hay escapatoria su canto de perdición es inevitable.
Todos se mueren por conocerla.
La dueña de
la guadaña dará su concierto cuando menos lo esperes: así de diva es. Mientras
nos convocan al evento, aprovechemos y bailemos el ritmo vital que nuestros
latidos emiten. No perdamos ni un segundo. La vida no espera por nadie.
La vida
avanza cuando más distraídos estamos. Sin querer ya dejamos pasar la tonada que
nos motiva. Baila, sonríe, llora, pero, sobre todo, aprovecha cada respiro.
Vida y
muerte, no son opuestas. Solo son distintos ritmos. Haz dueto mientras bailas.
Pon tus palabras en esta percusión de liberación.
No te
ocultes en la rutina. Recorre tu camino. La vida no puede ser vivida por otra
persona.
Mételes
pasión a tus actos. Mételes voz a tus gritos y corre así no tengas piernas.
No importa
si te equivocas, corre riesgos. Baila
como si nadie te viera: si te critican son ellos los que están desperdiciando
su tiempo en lugar de vivir.
Ama con el
corazón. No te distraigas y retoma la cadencia de Vida. Disfruta y aprende,
mientras programan la fecha del concierto letal que nos arrullará por última
vez.
La vida es
un carnaval de pasiones…no duermas antes de tiempo.
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