“La lista aumenta y no sé por
dónde empezar”- el joven panadero se
quejó frente al horno.
Mañana sería la celebración de la
Madre Tierra y los pedidos aumentaban con cada hora que pasaba.
Tenía pedidos de la Reina de
Corazones: iba a ver una fiesta de té en su laberinto de jardín y la torta de
“No Cumple Años” sería un éxito. El Rey Negro había hecho un pedido de pasteles
lunares para celebrar con sus peones la última victoria en el tablero (¡fue un
juego de guerra épico!). Los 7 enanos querían tortas de manzana y Pinocho
solicitó cupcakes en forma de grillo. ¡Todos para el mismo día!
¿A quién
atender primero?
Si atendía primero al Rey Negro,
la Reina de Corazones se ofendería (casi podía oír el grito “¡Córtenle la
cabeza!”), si atendía primero a la Reina de Corazones, el Rey Negro enviaría a
sus caballos y alfiles y todo se pondría difícil. Los 7 enanos estaban armados
con picos y palas con apariencia peligrosa (el óxido era lo más notorio) y
Pinocho tenía fama de pirómano. Definitivamente se metió en el problema solo al
no saber organizarse.
Todos sus clientes tenían que ser
atendidos, ¿pero a quién atender primero? Amigo lector, ayuda al panadero a
priorizar su lista de pedidos: Utiliza los rasgos de cada cliente para decidir
quién será atendido primero sin confundir los pedidos y procura recordar que
todos deben ser atendidos (está el compromiso de tu nombre y palabra). Ayuda al
panadero a ordenarse y sustenta la respuesta (peligrosidad, años de amistad,
beneficios futuros o a corto plazo, la razón que quieras darle. Tú decides el
final…
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