Hace un tiempo escribí este poema para mi abuelo materno. Debí publicarlo antes.
Hijo de la Tierra
La tierra que cultivaste con tanto afán,
ahora te cuida celosamente el sueño.
heredaste la fertilidad de tu labor:
siete colores del Arco Iris;
dieciocho estrellas multicolores.
De vista cansada,
de sangre dulce y
edad avanzada
eras tú,
el amante esposo de la Diosa de las Letras
Silencio que apaciguaba te caracterizaba
y un paso lento te identificaba.
Viste crecer,
cuidaste sin la paciencia perder
y trabajaste con dolor la tierra
Que ahora te cuida.
Dueño de la tierra que ahora vives en los corazones.
Los siete colores, las dieciocho estrellas te anhelan
La Madre Tierra a su hijo reclamó;
y obediente fuiste a su encuentro,
no sin antes decir un adiós con una mirada,
con un susurro en el aire
y una presencia vista.
En tu lecho duermes pero sigues aquí.
velando por todos
velando por tus hijos y los hijos de tus hijos…
VILO
2 comentarios:
Pensé que había dejado un comentario en esta entrada.
Recuerdo este poema.
Es uno de mis preferidos.
Lo extraño bastante :(
Yo también lo extraño mucho
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