jueves, 19 de febrero de 2009

Gialina Victoriosa


Una amiga del trabajo me pidió que escribiera una historia corta. Yo siempre la fastidio con su segundo nombre, es que suena a villana de novela Mejicana. Me puse a imaginar una historia (One shot) y me salió esta pequeña. Disfruten...




GIALINA VICTORIOSA


No me mires así, Melissa, tú querías saber el por qué de esas lagunas mentales que tenías. ¡Qué pena que no estés de acuerdo con lo que hice! Además me miras con esos ojos asustados. Aún recuerdo el juicio. Tu voz inocente diciendo que no habías cometido crimen alguno a pesar de las pruebas que el fiscal mostró: Tus huellas estaban por todas partes, y muchos testigos te vieron salir de ahí.

¡Pobres ilusos! ¡Ja!. Usar un detector de mentiras contigo fue precioso. No mentías cuando decías que no recordabas el crimen que yo cometí. Que estúpidos, no se imaginaron que seríamos la misma persona. Esa sesión de hipnosis fue inútil. Te dejé a cargo para que no sospecharan. Deja de mirarme de esa forma, yo no iba a disfrutar de la vida si me encerraban. Gialina Montenegro aún tiene mucho que hacer y el mundo es mi banquete y nadie extrañará a la mosquita muerta de Melissa Mantilla.

¿Recuerdas cuando dijeron inocente por duda razonable? Los muy idiotas pensaron que te habían culpado injustamente, que alguien te había “obligado”. Bueno... en parte tenían razón. Lo mejor fue cuando mostraron la grabación y sólo se veía estática. ¡Qué bueno que soy un genio en comunicaciones y no dejo nada al azar! Ese día me encargué de borrar todas las pruebas concluyentes en mi contra.

Odio verte así…me miras como si fuese mi culpa que estés detrás del espejo. Bien sabes que siempre fui la más fuerte y tu dulzura nunca pudo conmigo, abejita
[1]. Aún recuerdo tu cara cuando esa mañana te despertaste y encontraste el tatuaje de bufón maldito en tu espalda. Mamá casi te mata a bofetadas. Pensaste que fue la borrachera de tu vida. ¡Qué ingenua!

Te he dicho que dejes de mirarme como si me tuvieras pena… ¡DEJA DE MIRARME! LA PATÉTICA ERES TÚ ¿ENTIENDES?, NO YO MALDITA. TE ROMPERÉ ESOS OJOS QUE MIRAN CON PENA… ¡OUCH! ¡MIRA LO QUE ME HAS HECHO PERRA! POR NO DEJARME TRANQUILA ME LASTIMASTE LA MANO…. Por tu culpa tendré que demorarme más mientras curo mi mano derecha. No vale la pena que altere, debo calmarme. Yo soy la señora de este cuerpo ahora, y tú sólo eres mi reflejo. Hoy saldré con él y ya estoy tarde. ¡Qué lástima que me llame como a ti! Pero mientras me mantenga, no me importa ni eso ni que no me guste. Espera que se entere que me muero por su mejor amigo. La cara que pondrá y lo mal que quedarás. ¡Me parece gracioso! Por años compartiendo en silencio, pero ahora ya no más. Adiós, Meli.



[1] El nombre Melissa significa Abeja.
Bye!



1 comentario:

Mel dijo...

Felizmente yo no tengo segundo nombre... aunque quien sabe, quizá si tenga una segunda personalidad...