¿Cómo podemos definir la eternidad? A lo largo de la historia el ser humano ha
buscado definir este concepto. Cada cultura y religión tienen su definición.
Muchas veces estas definiciones no comulgan entre sí.
Hombres y mujeres han buscado y temido la eternidad. La
búsqueda la hacemos en nuestro afán de trascender y el miedo nace de las
implicancias de la eternidad, pues la belleza de las cosas está, según se cree,
en el conocimiento que pueden terminar.
Se dice que la eternidad es no tener fin, sin embargo, eso
implica también no tener inicio. Los símbolos que la humanidad ha utilizado para
graficarla lo demuestran: el círculo; el uróboros; el infinito; entre otros.
¿A qué se debe nuestra obsesión con vivir fuera del tiempo? ¿Es
acaso nuestro intento de dejar huella en el mundo? Nuestra meta,
independientemente de las creencias religiosas que podamos tener, siempre será
que nuestra vida haya sido importante en este mundo, tanto desde el punto de
vista de raza humana como desde el punto de vista individual.
Lo irónico de la eternidad, según muchas culturas, es que
primero hay que morir para lograr la vida eterna. Otros creen que eso solo le
corresponde a Dios, mientras que un grupo de personas considera que la
eternidad es una fantasía.
¿Por qué buscamos la eternidad? ¿Es esperanza que ilumina
nuestros actos? ¿Es acaso energía perpetua que solo se transforma una y otra
vez? ¿Existirá la eternidad como cualidad a otros ideales abstractos como el
amor, la amistad, la misericordia o la obscuridad? Eso haría que sean conceptos
absolutos.
Las respuestas no están escritas en piedra, y cada uno
buscará la eternidad a su manera, cometiendo los errores y los aciertos que nos
correspondan, pero, creo que podremos estar de acuerdo que, la pregunta en sí
misma, es eterna.