La noche llegó y derramó el bálsamo sanador en las heridas
invisibles. La sangre derramada pronto se coagulará. Las cicatrices se
atenuarán. Sin embargo, eso ya no importará.
Las alas quedarán heridas por los cortes hechos con la hoz
onírica. La ruptura de la realidad causará el dolor del alma y el tiempo que
transcurre enloquecerá la mente del más astuto.
El espacio entre el amor y la
vida le da poder a la muerte renovadora. Refúgiame en la santidad de la paz,
Luna eterna que causará nostalgia.
El bálsamo que trae la noche solo
sanará si la sangre que da vida fuese purificada y renovada con fuego y azufre.
Sueños del sagrario, cuidados por
vírgenes armadas con espadas y cadenas serán cumplidos cuando despertemos de la
somnolienta rutina. Embarra nuestros cuerpos con el bálsamo que trae la
noche...