Una sonrisa
más, un poco de luz celestial. ¿Qué nos enseñarás hoy? ¿Algún cuento nuevo?
¿Alguna ocurrencia de amor?
Ana, el
color más alegre del arco iris, aquel color que llena de energía para reír. Hoy
se oscurece el prisma, pero dejas nuestros corazones manchados con tus sonrisas.
Oraciones
escritas en marcadores para libros, no dejarán de guiar a quienes fuimos tus
alumnos y tus hijos.
Detallista,
infectada de alegría y fe, mujer fuerte,
mujer de diamante y seda. Eras una ratona o una reina cuyos aretes eran esferas
navideñas color dorado. Ojos ocultos
tras lentes de broma, siempre nos arrancabas una mueca conocida como sonrisa.
Eras
organizada, la esposa del hombre que vencía cocodrilos inflables en piscinas de
agua salada, llena de carisma que nos enseñó tanto.
Madre que
criaste 3 grandiosos humanos, descansa tranquila.
Tía que nos
cuidaste a todos, duerme y recuérdales a los ángeles cómo sonreir, se me hace
que lo han olvidado.