viernes, 8 de mayo de 2009

Cuentos de no tan hadas Especial: Príncipes

**ADVERTENCIA ESTO ES UNA REFLEXIÓN EN JODA, PERO TIENE ASPECTOS REALISTAS**







Después dicen que somos machistas. ¿Por qué la mayoria de cuentos de hadas son tan relegantes para los pobres personajes masculinos, en especial sus majestades? Las protagonistas son siempre la dulce princesita o la mucama carismática, pero las condenadas hacen ver en las sombras a sus contra partes masculinas. Es más los diálogos de los pobres príncipes en desgracias son más cortos que los usados en una película pornográfica.



¿Cómo es posible ver disminuido el rol de un rey o un príncipe a ser un simple despertador con hormonas?







Se han preguntado por qué la mayoria de príncipes no tienen nombre. Todos son El príncipe Azul (¿Y los otros colores?), o el Príncipe Encantador (¿No existe algún termino más Masculino?). Para muestra, un botón: Disney, después de quién sabe cuántas lunas ha bautizado al Príncipe de Blanca Nieves como Ferdinand (mejor se hubiera quedado en el anonimato con el nombrecito que obtuvo) Pero el querido Príncipe de Cenicienta, sigue (y seguirá) siendo "Charming", o sea Encantador.







Nos dibujan como incapaces que sólo servimos para montar caballo (miren al príncipe de la Sirenita, dueño de un país marítimo y no sabe nadar tan bien como debería) por los bosques (que sospechoamente son todos iguales) y que tenemos cierta fijación por besar doncellas que están dormidas (¡qué insinuación de acoso sexual!) ¿Por qué hacen que se casen sin siquiera gozar del noviazgo? Y se han dado cuenta que la mayoría de principes son menores de edad (Esto nos hace ver como hijitos de papá) Son los típicos chicos bonitos, esbeltos y atléticos (hey! al fin algo bueno... aunque no sé por qué) cuando todos sus súbditos y el Rey son rechonchos y a veces por debajo del promedio de estatura humana! Supongo que tendrán todo lo que dura el cuento para ejercitarse para la única escena que interpretan (o la que los obligan a interpretar).







Si los príncipes son los Héroes y todo, por qué tienen menos de 10 minutos (en total) de aparición en el cuento. Miren este ejemplo: El popular príncipe que fue convertido en rana, sólo aparece al final y todo gira alrededor de la condenada princesa miope que besó sapos.







Otro estereotipo: Los príncipes son excelentes peluqueros o poetas y todo por culpa de Rapunzel. Si vemos esta escena con ojos de mujer feminista extrema, el príncipe está siendo violento con la "damisela en desgracia" porque le está jalando el cabello a una mujer (La versión del final sería de hecho una denuncia en la Demuna local).







Otra pregunta, por qué todos usan el mismo caballo blanco? Se lo prestan entre primos? Después de todo, no dicen que todos los príncipes son parientes lejanos.







Es hora de formar la asociación en contra de la discriminación sexual masculina! No es justo que siendo los únicos que pueden salvar a la protagonista (de un peligro que usualmente ella misma se metió), tengan tan poco importancia en la trama. Son subestimados: Eso explica por qué se casan con la primera incauta: Tienen problemas de auto estima por sentirse relegados...







¿Al gún comentario sobre esta realeza ( que más parece extra de pelicula)? No duden en hacerlo.



Chicas las invito a comentar. Hombres los invito a unirse a la causa: Un mundo justo para los Príncipes.







Bye!







viernes, 1 de mayo de 2009

Hijo de La Tierra

Hace un tiempo escribí este poema para mi abuelo materno. Debí publicarlo antes.

Hijo de la Tierra




La tierra que cultivaste con tanto afán,
ahora te cuida celosamente el sueño.
heredaste la fertilidad de tu labor:
siete colores del Arco Iris;
dieciocho estrellas multicolores.

De vista cansada,
de sangre dulce y
edad avanzada
eras tú,
el amante esposo de la Diosa de las Letras

Silencio que apaciguaba te caracterizaba
y un paso lento te identificaba.
Viste crecer,
cuidaste sin la paciencia perder
y trabajaste con dolor la tierra
Que ahora te cuida.

Dueño de la tierra que ahora vives en los corazones.
Los siete colores, las dieciocho estrellas te anhelan

La Madre Tierra a su hijo reclamó;
y obediente fuiste a su encuentro,
no sin antes decir un adiós con una mirada,
con un susurro en el aire
y una presencia vista.

En tu lecho duermes pero sigues aquí.
velando por todos
velando por tus hijos y los hijos de tus hijos…


VILO